La Llosa de Ranes: Subida a la ermita de Santa Ana
Al pasar a la fase 2 del desconfinamiento por Coronavirus, el 24 de mayo del 2020, retomamos nuestra actividad favorita y volvimos a la montaña. Para ir acostumbrando las piernas, decidimos empezar, realizando una ruta corta, en nuestra propia localidad de La Llosa de Ranes (provincia de Valencia).
La subida hasta la ermita ofrece varias opciones. Dos de ellas por camino asfaltado y la otra por una magnífica senda a través de la montaña, donde disfrutamos de unas bonitas vistas del pueblo de La Llosa de Ranes y alrededores, incluyendo el castillo de Xátiva y la montaña de El Puig. Existe una leyenda conocida como ‘El Pam de Deu’, donde se cuenta, que antaño la montaña de El Puig y la de Santa Ana eran una única y sus ermitas estaban, una frente a otra, separadas solamente por una explanada. Las constantes disputas entre las dos ermitañas, que las habitaban dieron lugar a que los habitantes de los pueblos de alrededor, imploraran constantemente a Dios, para que pusiera paz en lo alto de la sierra. Finalmente, Dios hizo caso a las plegarias y de un manotazo partió la sierra en dos, dejando entre ambas, la actual distancia, que da nombre a la leyenda.
En nuestro caso, realizamos la subida por la senda a través de la montaña, pasando por la «Creu de la misió». Y la vuelta por una de las dos opciones de camino asfaltado, haciendo un alto en «La Creu de la Saliva», cuyo origen documentado, data del año 1300. El sentido de la ruta es anti horario, la primera parte es todo cuesta arriba hasta llegar a la ermita y tiene 3 subidas bastante pronunciadas, donde acumulamos un desnivel de 265 metros.
A continuación, el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica:
ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES
Para empezar la ruta, nos dirigimos a la localidad de La Llosa de Ranes, donde buscamos el instituto «SES La Llosa de Ranes» para aparcar el coche a lo largo de la calle. Junto al instituto encontramos una rotonda, donde veremos las indicaciones, que nos conducen hacia la senda Creu con marcas blancas y amarillas. A continuación os dejamos la ubicación de Google Maps:
Nos acercamos a la rotonda y encontramos una bifurcación con dos paneles informativos, uno más grande a mano izquierda y otro pequeño a la derecha con indicaciones hacia «La creu». Es el que tomaremos (en el suelo también pintadas las palabras «LA CREU»), Este camino asfaltado, nos conduce hacia una zona con un par de chalets, donde acaba el asfalto a los pocos metros y empieza el sendero.
Tomamos la senda estrecha con algunas piedras sueltas, que asciende hacia la «Creu de la misió» entre vegetación autóctona de romero, tomillo y flores silvestres. Rápidamente ganamos altura y empezamos a divisar la cruz y al fondo asomando la ermita.
En pocos minutos, llegamos a la cruz, desde este punto ya disfrutamos de unas vistas panorámicas de todo el valle y de la población de La Llosa de Ranes.
Desde la cruz, seguimos el sendero y descendemos a través de una pequeña arbolada de pinos, que nos conduce a una pista más ancha y pedregosa, donde nuevamente, iniciamos otro ascenso todavía más pronunciado.
Alcanzamos, una pequeña explanada, donde encontramos unos paneles informativos, en muy mal estado, que ofrecían indicaciones a la izquierda a una antigua pedrera, nosotros seguimos recto por la pista pedregosa con un mayor desnivel.
Esta fuerte subida, nos conduce a través de otra arboleda, cuya umbría se agradece en los días soleados. En este tramo, podemos observar curiosas formaciones rocosas, debido a la extracción de piedras de antaño, junto con la erosión. Tras un pequeño tramo, entre pinos, con poco desnivel, acometemos otra subida, por sendero estrecho, que nos arrima hacia unos montículos de piedra, acercándonos a un repetidor con antenas de televisión y telefonía.
Después de esta subida, debemos seguir hacia la derecha para bajar junto a las instalaciones de antenas, pero antes de ello, decidimos girar hacia la izquierda, para contemplar las fabulosas vistas de la zona desde un pequeño mirador (sin barandillas).
Dejamos atrás este mirador y bajamos con cuidado entre pinos y rocas junto a la edificación de repetidores, Nos acercamos a una explanada junto a carretera asfaltada, donde encontraremos indicaciones para tomar la última subida por la Senda de Santa Ana, a la derecha. Una lástima la cantidad de basura, que tira la gente en esta zona.
Ahora, proseguimos por la senda, que va rodeando la falda de la montaña, en un continuo ascenso. Este tramo no es peligroso, pero se tiene que ir con cuidado. Nos guiamos por las marcas de color amarillo pintadas sobre algunas rocas. Durante esta subida, encontramos una X amarilla pintada en el suelo, al contrario de lo que podamos pensar, hay que seguir por esa cruz a través del sendero estrecho.
Un pequeño esfuerzo más y ya llegamos a las escaleras que nos conducen hasta la ermita. Tenemos dos para llegar a la ermita, a la izquierda la más reciente, más ancha y cómoda, y a la derecha, más antigua, bastante deteriorada.
Ambas, nos conducen a un primer mirador, donde encontramos la Rosa de los vientos, se trata de una roca redonda, con indicaciones de los rumbos en que se divide la circunferencia del horizonte. (Norte, Sur, Este y Oeste).
Finalmente, llegamos a la ermita, donde aprovechamos para descansar 5 minutos y disfrutar de las maravillosas vistas de 360 grados, que nos ofrece el lugar. Este enclave obsequia con panorámicas sublimes y puestas de sol únicas. Un balcón, que nos permite vislumbrar al horizonte, el mar, en días despejados. y las estrellas en noches veraniegas.
Después de deleitarnos con las fantásticas imágenes, toca emprender el descenso hacia la «Creu de la Saliva». Bajamos las escaleras, desde aquí, descendemos con un gran desnivel, hasta llegar a una bifurcación donde seguiremos recto.
Continuamos por la calle asfaltada, durante más o menos, un kilómetro rodeados por abundantes pinos. Estamos atentos a unas pintadas en el suelo, donde encontramos la palabra OJO subrayada, en este punto giramos a la izquierda, para tomar un sendero, que nos conduce hasta «La Creu de la Saliva», este tramo es de ida y vuelta.
Siguiendo el sendero, en pocos metros, entramos en una pinada a nuestra derecha, donde emprendemos una pequeña subida, que nos lleva a la cruz, con unas estupendas vistas del valle.
Tras visitar la cruz, volvemos sobre nuestros pasos, hasta la carretera asfaltada. Aquí, tenemos dos opciones: La primera: girar a la izquierda para continuar el descenso hacia el pueblo de La Llosa de Ranes. Llegaremos a un cruce, donde seguiremos en dirección hacia la izquierda hasta la localidad. La segunda, retroceder hasta la bifurcación y seguir a la derecha hacía la antena de telefonía
A unos 200 metros, encontramos un camino a la derecha. El sendero, nos conduce por un bosque, hasta la zona conocida como la Foia, sin salirnos de la senda, hasta alcanzar la carretera y llegar al pueblo.
Finalizamos esta ruta, que nos deja muy buenas sensaciones. Un recorrido corto, ideal para una mañana o una tarde, que nos permite conectar con un entorno de naturaleza único y conjugar emociones con maravillosas panorámicas.
A continuación, os dejamos los enlaces a nuestras fotografías y video con tomas desde dron en Facebook, así como los tracks de Wikiloc y Relive:
Hasta la próxima aventurer@s!!!
Texto de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent
Muy bien explicado todo para realizar la ruta.
Gracias y enhorabuena!
Hola Soledad!! Muchísimas gracias por visitarnos y sobretodo por tu comentario de apoyo!! Nos alegramos mucho de que nuestras indicaciones te hayan servido para poder realizar esta ruta sin problemas y sobretodo haberla disfrutado.
Un saludo y felices rutas!!
Gracias por la explicación, pero en 2019 me equivoqué y creo que fue más divertido
Gracias José por seguirnos. Nos alegra que disfrutase de las dos rutas
Un saludo