Dos Aguas: Ruta del pico del Ave
En el itinerario de este 14 de marzo del 2021, nos quedamos con la última imagen de nuestra ruta, cerca de la población de Dos Aguas: una bellísima cabra montesa, que nos vigilaba a lo lejos, desde la cima de una montaña, tras un día caluroso inmejorable, para esta época del año. En el 2014, un implacable incendio, destrozo el monte con su fauna y flora endémicos. Todavía hoy, somos testigos de las cicatrices de esa hecatombe, así como de sus consecuencias. Desaconsejamos realizar este trayecto durante los meses de verano. No hay fuentes y se pueden literalmente contar con los dedos de la mano, los pinos que han sobrevivido al desastre.
Las vistas son impresionantes. Ahora, que despunta la primavera, el monte se viste de vegetación baja, como el maquis con sus plantas aromáticas. Un abanico de colores y olores, nos acompañan hasta el pico del Ave, donde nos esperan a vista de pájaro, unas estampas fabulosas del paisaje desde colinas, valles, montañas, pantanos e incluso en el horizonte, hasta el mar.
A continuación, os indicamos el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica de la ruta: (Imposible hacer en verano o con calor, no agua, no sombra)
ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES
Aparcamos en la localidad de Dos Aguas, en la provincia de Valencia. Concretamente en una calle, que enfrenta donde iniciamos la ruta, cerca de la Fuente Nueva, por una callejón que sube un poco, dejando a nuestras espaldas, al pueblo.
En el siguiente enlace, tenéis la ubicación exacta donde aparcar:
Tomamos el Antiguo Camino de Macastre (ó Cami de la Garita), como nos indica el poste saliendo del pueblo. Pronto en la bifurcación de casa Mati, seguimos a la derecha, al cruce siguiente, ídem, hasta llegar a un pequeño sendero, que bordea una casa.
Empezamos a dibujar esta aldea en su conjunto al iniciar la subida, por pista hormigonada, que nos acerca a la entrada de un camino de piedra y rocas, que iremos pisando, subiendo en un continuo zig-zag.
El espectáculo empieza, en un entorno muy bonito, al volver la vista atrás. Dos cortantes de la montaña, se abren cual cortina de teatro, para descubrirnos el pueblo anidado, en el medio de esta estampa.
Conforme vamos tomando altura, los roqueños sorprenden por sus colores, cuchillos, mini desfiladeros y abrigos. Queda muy poco para alcanzar este tramo de subida, bastante entretenido.
Desde la explanada, el pueblo tiene otra preciosa perspectiva. No hay paneles indicativos, pero el sendero de tierra está visible, con bastantes hitos diseminados durante la travesía de este tramo por maquis, con las inconfundibles fragancias de las plantas aromáticas (romero, tomillo…). Al final del sendero, encontramos un panel medio roto, que nos indica la dirección hacia el Pico del Ave.
Desde este punto, quedan casi dos kilómetros para culminar el pico del Ave. Ahora, para ayudarnos, algunas piedras han sido pintadas de rojo y pasamos por el lado de un enorme poste eléctrico. Seguimos subiendo. Escondidos, como resguardados, quedan algunos vestigios del horrible incendio, que asedio este lugar.
Ascendemos lentamente, pero sin demasiado esfuerzo de momento. Las panorámicas son espectaculares. A lo lejos, divisamos unas formaciones rocosas por las que pasaremos, antes de emprender el último tramo de subida a la cima.
Un rincón encantador, que nos brindó un poco de sombra. bordeamos los peñascos siguiendo el sendero, que se estrecha en algunos tramos. En pocos minutos, llegamos a la cueva.
A la entrada, se ha formado bastante fango por el agua, que emana de la Fuente del Zurgacho. Algunas flores asoman su belleza a través de la hierba. Bordeamos la cueva por la derecha. Otra piedra nos guía, para emprender la última subida, hasta alcanzar el punto geodésico del pico del Ave (952m).
Siguiendo el pequeño sendero, no tardamos en llegar al pico. Fabulosas panorámicas nos esperan. Una visión de conjunto de 360 grados de las lomas a nuestros pies, embalses de Forata y Tous, a lo lejos y al horizonte, el mar. Sin obviar, una perspectiva privilegiada de la Hoya de Buñol y de algunas poblaciones como Turis y Millares.
Nos dirigimos a la parte delantera de la caseta del guarda, por un sendero a la izquierda, bordeándola. Aprovechamos para parar a comer y continuar disfrutando de las vistas, antes de emprender la vuelta por pista hormigonada. La bajada, aunque pueda parecer más monótona, tiene su atractivo, tanto en permitirnos seguir observando las dunas pintadas de verde, como los insectos, pájaros y lagartijas.
Nos asombra las formaciones en las rocas adyacentes al camino, que el agua ha esculpido. La erosión produce figuras en los cortados de la montaña. La caminata dura unos 3 kilómetros aproximadamente.
Disfrazamos a nuestra peluda para evitar el calor sofocante. El único pino que vimos, hospedaba la procesionaria, mucho cuidado a esta época del año. Llegamos a una bifurcación. Tomamos la senda de la derecha, dejamos atrás el cartel de madera al Pico del Ave, a nuestras espaldas.
En este punto, debemos extremar las precauciones, puesto que muy cerca, hay colmenas y no tenemos que molestar a las abejas en su arduo trabajo. Este fin de semana, estaban en todo su apogeo, una maravilla. Más adelante, nos adentramos en un barranco, para luego, emprender una ligera subida y seguir hasta reencontrarnos con el mismo sendero del inicio del itinerario.
Repisamos el trayecto, esta vez de vuelta, por el corredor de piedras, en zig zag sinuoso, pero sin demasiada dificultad, asombrándonos nuevamente de las vistas y sintiéndonos vigilados desde las alturas.
Atesoramos una gran riqueza en fauna y flora endémicas, lo cual debemos preservar y respetar, siempre. La cabra montesa curioseo nuestro desplazamiento, desde la lejanía, hasta que la perdimos de vista. Una ruta que nos deja un magnifico recuerdo y que recomendamos, salvo los días calurosos o en verano. Con la esperanza, que con el tiempo, pueda recuperar parte de lo aniquilado en el incendio de hace pocos años. Damos por finalizada esta entretenida ruta, volviendo donde aparcamos el coche.
A continuación, os dejamos el enlace a nuestras fotografías en Facebook, así como los tracks de Relive y wikiloc:
Hasta la próxima aventurer@s!!!
Texto de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent