Simat de la Valldigna: Monte del toro – La creueta – Alt del mirador

El tiempo presagiaba lluvia, pero aun así, arriesgamos a disfrutar del Monte del Toro en Simat de la Valldigna. Resultó ser un acierto, conforme íbamos alcanzando la cima, los claros iban abriéndose y coloreando, tanto el cielo, como la vegetación de maquis. En este primer domingo de febrero del 2022, nos acompañan una pareja de amigos, con su niño y su simpática mascota, Potter. Tras una primera subida con bastante desnivel, la ruta nos ha sorprendido con sus fantásticos miradores, su buena y cuidada señalización, sus variados hornos de cal, con un pisar bastante cómodo.

A continuación, os indicamos el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica: 

ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES

Nos dirigimos hacia la población de Simat de la Valldigna. Os indicamos en el siguiente enlace las coordenadas donde aparcar el coche: 

Al final de la calle, giramos a la derecha para ir hacia la ermita. En los primeros escalones, tomamos un pequeño camino a la derecha. Un poste nos indica las paradas, que deberemos realizar. 

El sendero sube, poco a poco serpenteando, hoy deberemos extremar la precaución, en estos primeros tramos de subida, puesto que ha estado lloviendo la noche anterior y las piedras son muy resbaladizas. Obtenemos las primeras vistas desde una altura del valle y pueblo de Simat de la Valldigna.

Alcanzamos a un primer mirador, dominado por un banco. Contemplamos la panorámica que nos ofrece. La bruma y las nubes, impiden de momento, ver el mar. Seguimos cogiendo altura, ayudados por unas rocas, un poco más voluminosas.

Continuamos subiendo, coadyuvados por las marcas amarillas y blancas, que nos conduce a una intersección, en la cual hacemos una ida y vuelta hasta una sima. 

Empezamos a tener unas espectaculares panorámicas de la zona. la sima del Toro se encuentra a 435m de altitud, rodeada de vegetación. Una sima es una apertura o pozo muy profundo, formado a partir de una fisura o grieta en el terreno, que generalmente comunica la superficie con corrientes o cavernas subterráneas (Si vais con niños, extremar las precauciones, la entrada de la sima no está delimitada y hay riesgo de caída).

Sin darnos cuenta, el cielo va abriendo claro y la luz ilumina el paisaje, dando más colorido a los amarillos, marrones y verdes de las plantas aromáticas. Se pueden apreciar, entonces, bastantes insectos. Seguimos subiendo, ahora con menos desnivel, hacia la Creueta del Toro. Aquí también, hacemos una ida y vuelta desde la intersección. Antes de llegar, hay una caseta de observación de fauna a nuestra derecha y sin que el sendero esté marcado.

El tramo, que nos conduce hacía el punto geodésico, el Alt del mirador, es más cómodo de andar, con vegetación baja (de maquis), perduran las ericas (aunque las flores ya se van secando), las plantas aromáticas y margallones. No obstante, esta planicie es entretenida. 

El panel indicativo al Alt del mirador nos dirige a la izquierda, donde realizamos una ida y vuelta. Las cimas de las montañas dibujan preciosas sombras en el horizonte. 

Vistas de quitarse el sombrero, desde el Alt del Mirador (590m). Panorámicas de 360 grados de toda la zona, arropadas por las nubes, que les confiere un encanto especial. Disfrutamos, un buen rato y volvemos sobre nuestros pasos. 

Cabe señalar, que no hay prácticamente umbría en todo el recorrido. Nos resguardamos un poco del sol para comer y seguir disfrutando de la ruta, con algún que otro juego de escondite, para asustar a los que se quedan rezagados! Bordeamos el Pouet del tío Pasqualo. 

Enseguida, nos encaminamos hacia la ruta de los hornos de cal. El camino es de bajada, con un sendero un poco más pedregoso.

En breve, esta pequeña senda desemboca a una carretera. Continuamos unos metros y tomamos un camino de tierra cerca de una granja, al parecer de gallinas. Pronto, un panel indica la ruta dels Forns de Calç, que seguimos. Llegamos al Barranc de les tres Cases.

Un rincón idílico para relajarse. Desde el banco, podernos deleitarnos de todo el valle y el barranco, con el mar en el horizonte. Aquí, podemos observar también el primer horno de cal. 

Tras un momento de meditación, emprendemos la bajada por el Barranc de les tres Cases, para completar la ruta dels Forns de Calç. La bajada es amena, en zig-zag, y nos sigue ofreciendo vistas muy bonitas del valle. Podemos apreciar el Monasterio. 

Un horno de cal es una estructura cilíndrica, que se llenaba de leña y piedra calcárea para obtener la cal, y se construían en las montañas. Se tapaba formando una cúpula conocida como ripio. Cuando estaba acabado se llenaba y se encendía. Para cocer bien la piedra, el horno tenía que estar ardiendo ininterrumpidamente durante 80 horas. Dos o tres días después de apagar el horno se sacaba la piedra, se ponía en agua para empaparla y se molía para conseguir la cal. 

Algunas de las paredes, que flanquean el barranco son verdaderas joyas para los escaladores. El sendero se une a un camino de tierra, entre naranjos y en poco tiempo, estamos en el pueblo, donde aparcamos el coche. La visita al Monasterio de Simat de la Valldigna, no ha podido ser, hoy (Las visitas guiadas debido al Covid, son con aforo y los sábados y domingos a las 12h).

Una ruta muy recomendable. Divertida, entretenida, con contrastes y vistas maravillosas, que esta vez hemos disfrutado en muy buena compañía. Volveremos para completar nuestro puzle, que conforma varios itinerarios en este encantador paraje.

Potter

A continuación, os dejamos, los enlaces a nuestras fotografías en Facebook y los tracks de Relive y wikiloc:   

Nuestras fotografías en Facebook
Track Wikiloc
Track 3D Relive

Hasta la próxima aventurer@s!!!