Bicorp – Cueva de la araña y Gola de Lucino.

Hola aventurer@s!!! A mediados de Abril decidimos aprovechar un domingo de buen tiempo para visitar La Cueva de la Araña y la Gola de Lucino, cerca de la población de Bicorp, en la provincia de Valencia. Se trata de una ruta muy sencilla, cómoda y refrescante en la que se combinan naturaleza e historia. Nuestra mascota Fosca aprovechó las altas temperaturas (30 grados un 14 de abril) para darse un buen baño junto a los peces en una de las muchas piscinas naturales con aguas cristalinas que tiene la zona.

Os indicamos, a continuación, las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de realizar una ruta: 

RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES

Si se visita en verano también es conveniente llevar repelente para mosquitos dada la proximidad del agua. La ruta se puede realizar en unas 3 horas (más el tiempo que se pare a comer, bañarse, etc).  

Se puede ir prácticamente hasta la Cueva de la Araña en coche, pero preferimos dejar el coche a unos kilómetros para poder disfrutar del paisaje a pie, concretamente aparcamos el coche en la siguiente ubicación: 

ENLACE APARCAMIENTO COCHE

Para llegar hay que ir en dirección a Bicorp y un poco antes de llegar al pueblo giramos en una intersección a la izquierda por un camino asfaltado que sube, concretamente por donde se ve en la siguiente foto: 

Una vez tomado el desvío seguimos las indicaciones hacia la Cueva de la Araña, en unos 10 minutos cambiamos el asfalto por un camino de tierra hasta que llegamos a la ubicación que os hemos puesto antes donde dejamos el coche: 

Dejamos el coche y tomamos el camino siguiendo la indicación de La Cueva de la Araña, es un camino totalmente plano y cómodo. Caminamos dejando el lecho del rio a la izquierda. Unos días antes había llovido y se apreciaban algunas charcas. 

 

A los 20 minutos llegamos a un pequeño puente que cruza el rio, hay un panel informativo que nos ofrece seguir recto o girar a la derecha hacia La Gola de Lucino y el Charco Los Morteros, nosotros decidimos seguir recto para visitar primero la cueva, a nuestro regreso llegaremos a este mismo punto desde otro camino que tomaremos más adelante.

Pasado el puente el camino empieza a ascender paulatinamente, el trayecto está rodeado de pinos y abundante vegetación. Pasamos junto a una casa de piedra en la que aprovechamos para beber y realizar alguna foto. 

Un poco más adelante encontramos otro panel informativo donde nuevamente nos ofrece ir a la derecha llevándonos al mismo destino que el panel anterior, seguiremos recto hacia la cueva, pero una vez visitada volveremos a este punto para seguir hacia la Gola de Lucino.

En menos de 15 minutos llegamos a una explanada con paneles descriptivos de la zona, estamos casi a la entrada de la cueva.

Una hilera de piedras cortan el camino impidiendo la entrada de vehículos, seguimos esa dirección por donde empieza una bajada hacia las cuevas.

Este tramo nos ofrece unas vistas espectaculares de la zona, empezamos a bajar por unos escalones de piedra. 

Llegamos a la primera de las 3 cuevas (2 con pinturas rupestres, protegidas con rejas, y otra abierta).

Estas cuevas se encuentran protegidas por numerosos cocodrilos autóctonos, también llamados lagartijas 😉 las cuales le gustan mucho a Marie (uno de sus animales Totem 😉 ). 

En la segunda cueva se aprecian las pinturas rupestres mucho mejor que en la primera. 

En este punto parece que no hay ninguna otra cueva, pero si seguimos en sendero de piedra llegamos a la tercera y última, la cual está abierta y es bastante pequeña. 

Tras la visita a las cuevas, situadas en un enclave maravilloso, volvemos sobre nuestros pasos hasta el anterior poste informativo donde emprendemos el camino hacia la Gola de Lucino. 

En pocos minutos llegamos a un poste que nos ofrece seguir recto hacia La Gola, o desviarnos a la derecha hacia El Charco, nuevamente seguiremos recto y una vez visitada La Gola este será el camino que tomaremos para visitar el Charco y volver al coche. 

Cerca del desvío anterior nos encontramos con un tramo de camino por donde cruza el rio, por suerte hay unas piedras y troncos que nos ayudan a cruzar sin mojarnos.

En este tramo el rio queda a nuestra izquierda y forma algunas charcas donde se puede refrescar en sus apetecibles aguas. 

La ruta está marcada con los colores blanco/amarillo ya sea en los árboles o en las piedras, un poco más adelante abandonaremos el camino para desviarnos a la derecha adentrándonos en La Gola,  nos metemos en el lecho del rio donde es todo piedra y vamos caminando por dentro de un cañón con paredes altas.

Nos encontramos con algunas charcas habitadas por simpáticas ranas, renacuajos y sapos.

En algunos tramos hay que subirse por encima de las piedras, este es el único tramo de la ruta que no es plano.

Aquí buscamos la sombra de los pinos para parar a descansar y comer nuestro apetitoso bocadillo de tortilla de espárragos al cual es adicta nuestra peluda Fosca.

Tras reponer fuerzas continuamos por el lecho del rio entre piedras, pinos y abundante vegetación. 

Un poco más adelante el cañón se estrecha y podemos apreciar mejor la altura y composición de sus paredes.

Pudimos seguir unos metros más hasta toparnos con una pared de varias rocas que impiden el paso, sobretodo si se va con mascotas dado que las piedras son prácticamente lisas y muy resbaladizas.

En este punto decidimos volver sobre nuestros pasos hasta el panel informativo anterior. En el regreso por el lecho del rio encontramos pequeños fósiles.

Cuando llegamos al poste informativo anterior giramos a nuestra izquierda por un sendero que desciende un poco en dirección al Charco los Morteros. 

 

El camino es estrecho en este tramo y dado un momento tenemos que pasar por  encima de unas paredes de hormigón. 

En pocos minutos llegamos al Charco, un rincón idílico para disfrutar del baño, las aguas son totalmente transparentes, nuestra peluda Fosca no se pudo resistir a la tentación de nadar junto a los peces.

Tras la visita del Charco seguimos caminando por el sendero junto al cual hay más balsas de distintos tamaños, todas ellas habitadas por peces.

Como el calor apretaba y después de ver a Fosca bañarse no pudimos resistirnos a la tentación de refrescarnos aunque fuera solo los pies.

Aquí nos encontrábamos en la primera intersección que hemos visto al principio de la ruta, y regresamos donde teníamos el coche aparcado.

Una ruta muy fácil de hacer, apta para todas las edades y refrescante si se decide hacer en época de calor, imaginamos que en verano esta zona estará bastante llena de gente. Os animamos a visitar la zona ya que merece la pena. 

Os dejamos, a continuación el enlace a nuestras fotografías en Facebook: 

Nuestras fotografías en Facebook

Hasta la próxima aventurer@s!!!!