«Au pas de l’âne» desde les Prats Hauts hasta Saint-Véran

Tras la visita del Vieux-Lyon, Briançon y los puertos de montaña, no se tarda en llegar a los «Prats Hauts», una preciosa aldea, donde me hospedo en Le Chalet La Vie Sauvage, Las vistas sobre el Queyras (Hautes Alpes), altos Alpes franceses, son magnificas, un paraíso. Cerca del Chalet hay una cascada, la zona alberga muchos riachuelos, lagos y torrentes debido al deshielo, ahora en junio del 2023, se puede contemplar los picos todavía con nieve, impidiendo la realización de algunas rutas. Escogí una experiencia inolvidable y muy emotiva, a través de «Terres d’aventure«, de un paseo con burro por el Queyras de cinco días, mi compañera de viaje es una burra, su nombre lo dice todo: Princesse, princesa, un amor de cuadrúpedo, que aunque algunas veces se hacia de rogar, no me dio ningún problema en toda esa aventura, que hemos vivido juntas. 

A continuación, os indicamos el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica: 

ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES

(Tiempo con paradas incluidas con la burra Princesa y picnic)

Se recibe una bolsa por parte de los organizadores con un mapa y un cuaderno de rutas. Con Princesa y debido a la meteorología, iniciamos un recorrido que nos lleva de los Prats Hauts hasta Saint-Véran, de allí al Refuge La Blanche y el retorno haciendo escala nuevamente en la aldea de Saint-Véran y finalmente a los Prats Hauts. 

Por fin, llega el día del primer contacto con mi amiga Princesa, el 19 de junio 2023, una preciosidad de burra, dócil, a la cual le encanta las manzanas (He de confesar que la mimaba un poco con  esa fruta, que le obsequiaba mañana y tarde, de mi bolsa de picnic diaria). Su dueño explica todos los cuidados y recomendaciones para esa aventura. Como posicionar las bolsas y la silla, cepillarla, limpiarle las herraduras, untar las heridas con arcilla, la forma de sostener la cuerda, que hacer si se bloquea…Entregan todo el material necesario. La verdad que congeniamos de inmediato y no he tenido ningún problema con mi compañera de viaje. 

De buena mañana, iniciamos la ruta desde les Prats Hauts, por una cuesta pronunciada de unos 200m hasta llegar a una pasarela que salvamos por el río, Princesa debía tener malo recuerdos. Nos adentramos en un tupido pinar por una senda ancha, antiguo canal de Pierre Dimanche, a los pocos minutos se abre un claro que permite asombrarse con las panorámicas que ofrece el paisaje del Queyras. 

De momento, continuamos en ese estrecho sendero hasta Pierre Grosse dominando las aldeas de Gaudissard y Molines Village. Tras el sotobosque, las magnificas vistas se amplían, rodeados de verdor y tapices multicolores que albergan vida de miríadas de insectos. 

Divisamos un redil reciente. No debemos escoger los caminos de derecha o izquierda, siempre por el del medio, recto en dirección de Pierre Grosse.  

Ahora el valle se abre con el decorado de las montañas con nieve al fondo que conjuga a las mil maravillas con los parterres multicolores de flores y el intenso verde de los bosques. 

Pronto llegamos a unas balizas que nos indican la dirección a seguir hasta el pueblecito de Pierre Grosse. Una preciosa aldea con peculiares casas hechas totalmente de madera. La senda se transforma en camino asfaltado.

Ahora, cruzamos el pueblo hasta una bifurcación, donde continuamos por la derecha dirección Puente de Chanterane hasta Saint Véran, por carretera poco transitada. Eso si, respetando el ritmo de mi amiga Princesse, que toma su tiempo para ofrecerse festines de hierba y flores a su antojo, lo que me permite relajarme, sosegarme y disfrutar plenamente del onírico paisaje.

En breve, nos adentramos en el «Bois des Amoureux», bosque de los enamorados, tupido y refrescante, donde han creado un «parc accrobranche», parque de aventuras en las copas de los árboles. El Chalet des amoureux, un pequeño restaurante, junto a las instalaciones de multi aventuras, se encontraba cerrado al publico. Oteamos las montañas adyacentes donde los telesillas, ahora en letargo, suben en temporada de esquí. 

Ahora, en la bifurcación con la Chalp, proseguimos recto hasta Saint-Véran. Un entorno de ensueño que maravilla donde abarque nuestra mirada. Paisajes de cuento que enamoran. 

Al ritmo de Princesa, alcanzamos el pueblo de Saint-Véran. «El municipio de St Véran es famoso por su eslogan  « Là où le coq picore les étoiles », «Ahí, donde el gallo picotea las estrellas», en referencia a su altitud, unos 2 040 m para el pueblo pero su terreno se eleva hasta los 3 175 m, lo que lo convierte en el municipio más alto de Europa.»

Famoso por sus esculturas en madera, asombra descubrir las peculiares fuentes realizadas toda de fuste, así como muchas edificaciones. lo que le confiere un ambiente cálido y acogedor. 

Es el momento de buscar el alojamiento en el refugio Les Gabelous, de descargar las bolsas a Princesse y tomar un zumo natural de bayas y plantas del Queyras, me da pena dejar a Princesa. Después de cepillarla, limpiar sus herraduras y mimarla un buen rato, preparada para la siguiente ruta hacia el Refuge La Blanche. He de admitir que volví después de la cena a compartir un ratito mas con ella. 

Un verdadero privilegio realizar un sueño hecho realidad. Una aventura enriquecedora en todos los sentidos, con una novedosa experiencia de pernoctar y compartir mesa en los refugios. Simbiosis encantadora con la burra Princesse. Sensaciones indescriptibles en un entorno mágico de paisajes bucólicos. Estampas de decorados fantásticos multicoloreados por la miríada de especímenes de flores e insectos. Todo esto y mucho más fusiona un puzle con recuerdos inolvidables.

Princesse

A continuación, os dejamos el enlace a nuestras fotografías de Facebook, así como el track de Wikiloc: 

Hasta la próxima aventurer@s!!!