Yecla: Monte Arabí

Amén de conocer las leyendas o misterios que rodean esta montaña mágica, llaman poderosamente la atención, cuando nos aproximamos, sus formas rocosas onduladas y redondeadas, su ambiente envolvente, como un aura. Un paraje ideal para la relajación y meditación. durante toda la ruta, los cantos de los pájaros nos envuelven y nos sorprende el mimetismo de la fauna con su entorno. Toda la montaña en si es un tesoro. Una joya de la naturaleza. Un peculiar traje de estructuras perfectas, como encajes, visten a las enormes rocas.

El último domingo del mes de mayo del 2021, lo dedicamos a descubrir el Monte Arabí con una altitud de 1065 m. Se trata de uno de los espacios más emblemáticos de la tierra murciana. Tanto su singularidad y valor intrínseco, le han conferido una protección especial y que sea declarado Monumento Natural.

A continuación, el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica de la ruta: 

ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES

Nos dirigimos hacía la `población de Yecla, en las siguientes coordenadas se encuentra el parking para emprender esta fantástica aventura: 

Dos enormes y majestuosos pinos, nos delimitan el camino, como dos pilares a la entrada de un templo, A nuestra derecha, avistamos el área recreativa (donde descansamos y comemos al final de la excursión).

Ahora, tomamos la izquierda en la intersección para visitar la Cueva del Tesoro, Una mini sima, entrada a un estrecho corredor, (nosotros dado su angosto diámetro, preferimos no bajar hasta el final.), A la izquierda se demarca un sendero que seguimos para llegar a una pista forestal. 

La caminata es muy agradable, con una diversidad de flora impresionante. Pasamos junto a dos balsas y tenemos el privilegio de seguir en paralelo, a la vez que ascendemos suavemente, las líneas superpuestas de las redondeadas piedras del Monte Arabí.

Seguimos ascendiendo a través de una pineda, que con algunos claros, nos descubre una inmensa planicie coloreada. En poco tiempo, alcanzamos la cima y el punto geodésico. 

Las panorámicas desde este punto son fabulosas. la vista se pierde en el horizonte y desde cualquier punto de su lomo se aprecian unas imágenes privilegiadas del altiplano murciano.  

Una simpática y audaz  lagartija nos estuvo acompañando un buen rato. No podemos negar nuestra propensión hacía las sargantanas.

Seguidamente, retomamos la marcha, con una ligera bajada, apreciamos a lo lejos, el agujero en la cúpula de la cueva horadada. (donde se ruega no acceder, así como en algunos senderos por ser época de crianza de pájaros desde noviembre hasta Julio), cruzamos los mares de piedra, cuyas conformaciones parecen ondular como olas del mar.

La siguiente parada es un bonito mirador, antes de emprender una bajada a nuestra izquierda para dirigirnos a la pared conocida como la Catedral. 

Más adelante, giramos a nuestra derecha para bajar un poco y encontrarnos con un hueco entre dos piedras, puerta que nos transporta a un lugar mágico. Una imponente pared. refugio de una gran variedad de pájaros. 

Asombra como el tiempo, el viento y el agua han modelado la roca, moldeando alveolos de varios tamaños que le confieren un aspecto de colmena y de encajes. (El impacto de ser irrespectuosos en el medioambiente hace mella una vez más en este enclave maravilloso, en lugar de llevarse una fotografía de recuerdo, algunos desaprensivos, prefieren dejar su huella grabada en la roca). Una segunda pared más lisa pero igual de espectacular nos ofrece un  efecto puntilla.

Retrocedemos, siguiendo las marcas amarillas y blancas. Durante el paseo, nos fascinan las estructuras rocosas ( forma de ostra…).En pocos minutos, alcanzamos la entrada a la cueva horadada. Una peculiar roca esculpida y agujereada por el paso de los milenios. Una belleza insuperable. No es de extrañar que este monte fuese declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad en 1998, como manifestación de arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica. 

La apariencia característica en nido de abejas se puede apreciar en «abrigos y cavidades como la «Cueva de la Horadada», «El Cerebro», «La Puerta de la Iglesia» o «El Arabilejo». Las paredes de la cavidad deparan un muestrario de alveolos y su bóveda, se halla perforada en geometría semicircular de casi dos metros de diámetro. Icono geomorfológico y lugar mítico del Monte Arabí»

Proseguimos la marcha a nuestra derecha para llegar a un poste. Primero, nos acercamos a los palos de hierro, que delimitan las rocas con pinturas rupestres y formas de dinosaurio (Cantos de Visera), que han tenido que cercar dado el vandalismo.  

Bordeamos el empalizado de hierro para detenernos unos instantes en un abrigo, desde donde contemplamos el enclave un poco más elevado.  

Unas escaleras, nos permiten subir y guiarnos por un sendero a la derecha (ida y vuelta), para visitar la piedra corazón. Un paseo, donde apreciamos más de un corazón, en las rocas de la montaña. 

Nuestra excursión llega a su fin en la casa del guarda. No sin antes, detenernos en los petroglifos o cazoletas de la edad de bronce. Unas marcas, cuya técnica utilizada, era el piqueteado. No podemos visitar el Arabilejo (912m) un panel ruega no molestar a la crianza de pájaros. Tuvimos el privilegio de tener una guía-lagartija para contemplar con respeto este mágico enclave.

Una última ojeada a este hechizante monte. Llegamos al área recreativa de la casa del guarda, donde comemos para gozar de un excepcional emplazamiento rodeados de los dos magníficos pinos. Una ruta recomendable para toda la familia con o sin mascota. Sobran las palabras, es una auténtica serendipia. 

 

Os dejamos a continuación, los enlaces a nuestras fotografías en Facebook, tracks de Relive y wikiloc:  

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Hasta la próxima aventurer@s!!!