Sevilla
Tras la visita relámpago a Córdoba, arribamos a Sevilla. Un viaje corto de dos días, que exprimimos para contemplar los monumentos históricos y emblemáticos de esta esplendida ciudad. Recorrimos en un carruaje tirado por un caballo, los lugares más interesantes, para un apercibido de su belleza: la torre del oro, la monumental Catedral, el Real Alcázar, Así como la majestuosidad de la Plaza de España y sus jardines entre otros…
Paseo en carruaje de caballo:
Es mejor no realizarlo en los momentos del día de más calor, para respetar los caballos. La duración de los paseos, generalmente oscilan entre 45 y 60 minutos. Nosotros salimos desde La Catedral, pero existen otros puntos de salida repartidos por toda la ciudad. El itinerario recorre los principales edificios emblemáticos de la Sevilla de 1929, la Torre del oro, La Catedral, El Real Alcázar, Los jardines Maria Luisa, La Plaza de España…La última parada es donde se inicio el paseo en carruaje. Es una forma original y peculiar de contemplar la Historia de Sevilla, con sus monumentos y jardines.
A finales del siglo XII, el califa Abú Yuqub Yusuf manda a construir la Catedral de Sevilla, levanta entonces el alminar que más tarde se convertiría en la famosa Giralda.
Hoy, la Catedral de Sevilla es el templo gótico más grande del mundo. Además de la Giralda, el Patio de los Naranjos es herencia directa de su etapa como mezquita. La Catedral cuenta con 10 puertas; la Puerta de la Asunción, es la principal del templo y la Puerta del Perdón, la más antigua de todas y la única que se conserva de la vieja mezquita almohade.
La Catedral, consta en su interior de cinco naves, la central con 36 metros y la del crucero con 40 son las mas altas, Entre las numerosas capillas y altares, una de las más sorprendentes es la Capilla Real, en ella se encuentra la imagen de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad, además, descansan los restos de numerosos monarcas. Fernando III, su mujer Beatriz de Suabia, Alfonso X El Sabio o Pedro I El Cruel, entre ellos. El Retablo Mayor, es la más grande de la cristiandad.
Una gigantesca obra de arte rodeada de una gran reja. Elaborada en madera policromada consta de un conjunto de 44 relieves y más de 200 figuras de santos. Tiene casi 400 metros cuadrados de superficie. En el interior de la Catedral también se encuentra las tumbas de Cristóbal Colón y de Hernando Colón, su segundo hijo, quien en lugar de adentrarse en océanos, se adentró en la cosmografía y adelantó la solución al cálculo de distancias en el mar y aún le sobró tiempo para reunir una de las mayores bibliotecas del Renacimiento. ¿Sabías que la catedral también respira? Alza tu mirada y maravíllate con las bóvedas, que se dilatan y se contraen con los cambios de temperatura. La catedral «respira”.(Fuente: www.andalucia.org)
Otra visita imprescindible es el Alcázar.
«Es ante todo belleza, espectacularidad y sorpresa. Debemos dejarnos llevar por el embrujo de sus espacios y valorar lo que cada uno representa como testimonio fiel de una historia de mil años de esplendores, decadencia y renacimiento.
Uno de los edificios más complejos y a la par más ricos del mundo: la diversidad y singularidad de sus estancias, casi laberínticas en ocasiones, poseen un valor incalculable, trasladándonos a cada paso, a momentos claves de nuestra Historia: la llegada de los Reyes Talifas, el Califato almohade, la transformación castellana, etc. En sus espacios resuenan aún los pasos de personajes como Al-Mutamid, Fernando III «el Santo», Pedro I «El Justiciero», Isabel de Castilla o el Emperador Carlos.
El Alcázar, no se entiende sin sus jardines, cuya diversidad y armonía dan fe del esplendor de Sevilla a partir del Renacimiento. Enfrentados a los grandes palacios Gótico y Mudéjar, los jardines italianizantes de las Damas, la Danza, Troya, Galera y Flores, se extienden hacia el Sur de manera ordenada al abrigo de la muralla almohade. Franqueándolos, a este y oeste, se desarrollan respectivamente los jardines del Marqués de la Vega Inclán, de estilo francés y el Jardín Inglés, muestra de los estilos dominantes a inicios del siglo XX (Fuente: www.patronato-alcazarsevilla.es)
La Plaza de España y Jardines:
Un enclave único que no podéis perderos, si visitáis Sevilla. La Plaza de España es impresionante por su arquitectura, colores y ambiente.
«Constituye uno de los espacios más espectaculares de la ciudad. Se construyó como edificio principal de la Exposición Iberoamericana de 1929 y en los bancos exteriores de esta gran obra arquitectónica aparecen representadas todas las provincias de España con bonitos azulejos,
Los cuatro puentes que cruzan el canal simbolizan los cuatro antiguos reinos de España.»
La gran fuente situada en el centro resulta refrescante, sobre todo este agosto con una temperatura de 47 grados y podemos relajarnos allí. El canal de agua, que circunda la plaza, también puede ofrecer un rato de diversión, porque hay un puesto de alquiler de barcas para navegarlo.
En la plaza de la Puerta de Jerez, la mayor parte de este área es peatonal y tiene una pequeña zona ajardinada llamada los Jardines de Cristina, donde podéis ver la escultura de la Duquesa de Alba y poesías escritas en piedra pertenecientes a escritores de la generación del 27.
Una corta, pero estupenda escapada, que recomendamos. Sevilla es una ciudad de luz, colores, música y sobre todo alegría, que envuelve a todo el que la visita. Acogedora y llena de contrastes. No dejéis de callejear sus burbujeantes calles de día como de noche. Volveremos para seguir descubriendo toda su miríada de tesoros y subyugarnos otra vez, prometido.
Os indicamos, que disponéis de una más amplia información, de donde reservar las entradas y más detalles, en los enlaces que aparecen en los subtítulos de los anteriores párrafos.
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Hasta la próxima aventurer@s!!!