Santillana del Mar

Para finalizar nuestra estupenda escapada por el norte de España, este septiembre 2024, optamos por visitar Santillana del Mar, que ni es santa, ni llana, ni tiene mar, como la define el «dicho», pero si una preciosa ciudadela con impronta medieval. Cargada de historia y de misterios, ofrece al visitante un paseo a las reminiscencias de tiempos pasados con sus calles empedradas y su ambiente único. Para los más pequeños y los más grandes, no os podéis perder la visita al laberinto de Villapresente, uno de los más extenso de España, así como un paseo por las Minas de doña Pepita, para volver a la infancia. 

Laberinto de Villapresente. 

Si se quiere desconectar disfrutando como niños y perderse nunca mejor dicho, la opción ideal es convertirse en exploradores buscando una salida al impresionante laberinto de Villapresente. Se trata de uno de los más extensos de España y os aseguro que tras encontrarse con el Minotauro, el escaparse de las «calles» sin salida y los «déjà vu» os resultara cuanto menos dificultoso, pero lo pasaréis genial!

El laberinto de Villapresente es un intrincado entramado de cipreses de 5625 m2, con un estilo victoriano y un nivel de dificultad variable. Es apto para todo la familia.

Mina Pepita

Un alto en el camino hacia Santillana de Mar es la Mina Pepita. Un universo mágico donde ir descubriendo seres místicos y un misterioso dragón…

En este paisaje de fantasía nos vamos a encontrar a los personajes de la Mitología Cántabra, creados por el artista Fran Querol, que también diseñó la Senda Mitológica del Monte Hozarco, en pleno Desfiladero de la Hermida.

A los seres mitológicos que ya existían; el temible Ojancano y el bondadoso Musgoso, se les unen nuevos personajes, que son La Anjana, el Trenti, el Cúlebre y los traviesos Caballucos Voladores. (Fuente: https://cantabriaconninos.com/el-parque-mitologico-de-mina-pepita/)

Santillana del Mar

Con alma medieval y vistiendo sus calles empedradas, Santillana del Mar es acogedora y embriagadora por su ambiente y a la vez su sosiego. Descubriréis pequeños tesoros como las fuentes, rincones encantadores, estatuas sembradas en un entorno de vegetación de Jesus Otero, palacios, casas peculiares y famosas. No nos dio tiempo a visitar el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, pretexto para volver a esta singular villa.

Desde hace más de 15.000 años, el hombre ha elegido las tierras en las que hoy se asienta Santillana del Mar como su hogar, su territorio, su medio de vida y sobre todo, un lugar en el que legarnos su arte y su cultura. Desde los primeros asentamientos prehistóricos, hasta el apogeo señorial y pasando por las épocas de gran pujanza eclesiástica, Santillana del Mar ha venido adquiriendo un legado artístico, cultural y monumental incomparable. La excelente conservación de sus casonas, su colegiata y los numerosos palacios, nos sumergen durante nuestra visita a un tiempo lejano.

(Fuente: https://santillanadelmarturismo.com/)

Palacio de Velarde

Asombroso y a la par peculiar, el Palacio de Velarde no deja indiferente a nadie. Apenas entras por la puerta, la decoración te transporta a tiempos pasados. La visita es amena, pero no desvelaremos ninguna pista, bueno, una si: nadie mejor para contar las historias que aquellos que las han vivido… shhh, nos despertéis a los fantasmas.

Colegiada de Santa Juliana 

El claustro se encuentra situado en la fachada norte del conjunto y sus capiteles muestran los principales elementos decorativos utilizados en la época, florales, geométricos y figurados. Predominan los arcos sobre dobles columnas, aunque también se encuentran pilares de cuatro columnas, que hacen las funciones de separadores de temas. Entre los temas representados se encuentran escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

No revelare muchos detalles más, tenéis que ir a visitarla para descubrir su magia y sus rincones recónditos. Solo hare un pequeño hincapié nombrando el hotel donde me hospede:  Hotel Museo de los Infantes. La amabilidad es su seña de identidad. Antiguamente era un palacio del siglo XVII-XVIII. Muy céntrico y a la par silencioso. Habitaciones amplias, con balcón y un embelesador jardín. La decoración es cuanto menos carismática, un pequeño museo en si. Me fascinaron los cuadros y los espejos. Un lujo! Volveremos seguro a Santillana del Mar.

A continuación, os dejo el enlace a mis fotografías en Facebook:

Fotografías de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent – @alustriel27

Hasta la próxima aventurer@s!!!

Texto de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent