Museo egipcio y Museo nacional de la Civilización egipcia de El Cairo

Tras las Pirámides de Guiza y la Esfinge en marzo del 2024, son visita obligada, los fantásticos y fascinantes museos de la ciudad de El Cairo, para ahondar en el conocimiento de la Civilización del Antiguo Egipto. Todavía no se permite entrar en el emplazamiento del nuevo Museo, cerca de las pirámides, otra excusa para poder volver y descubrir tantos tesoros e incógnitas, que le confiere un halo de misterio a esa época temprana del apogeo del principio de las Civilizaciones. Una encrucijada de culturas, pueblos, invasores… reminiscencias de un pasado, que todavía hoy, deja muchas enigmas por descubrir.

Entré en los dos museos principales de esta capital de Egipto, aunque me hubiese gustado quedar más tiempo en ellos para absorber toda la idiosincrasia de la egiptología. La visita fue más corta debido al Ramadán, que debemos respetar. Un «balayage», recorrido rápido y escueto en comparación con la inmensidad de reliquias y miríadas de objetos…salvados de los expolios, de tantas riquezas, que exponen en sus entrañas. Impresionantes y grandiosos, nos convierten en espectadores de la vida en la época de los faraones a través del culto a la muerte. Una huella eterna durante milenios, cuyo legado atravesado el tiempo…

Museo egipcio

Fue inaugurado en el año 1902 y desde aquel momento, no ha parado de crecer. De las 12.000 piezas iniciales con las que fue inaugurado, actualmente la colección cuenta con 150.000 objetos que no caben en el actual edificio. «Perdidos, olvidados o sencillamente arrumbados en algún rincón de su sótano, otros cientos de objetos del Antiguo Egipto esperan su turno para ser estudiados y posteriormente exhibidos bajo la difusa luz que alumbra las salas». Desde hace años se está trabajando en la construcción de una nueva sede, que se espera inaugurarse en 2023 y que pretende ser el museo arqueológico más importante del mundo.

El museo alberga exquisitas pinturas, papiros, relieves, estatuas y elementos funerarios de diferentes dinastías, pero la gran joya es Tutankamón y todas las salas dedicadas a su figura. Desde el bello sarcófago hasta los tesoros, que se encontraron en su tumba.

Su máscara funeraria es posiblemente una de las piezas más bellas de todo el museo. Fabricada en oro macizo, vidrio y piedras semipreciosas, que forma parte del tesoro encontrado en el sepulcro del faraón adolescente. Una maravilla, que por obviedad, no se permite fotografiar. El sarcófago (con forma antropomórfica) de madera y oro. Como si fuera una caja tradicional rusa (las «matrioskas») dentro de ese sarcófago, había otro apenas más pequeño, también de madera y de oro. Y luego, otro más, ornamentado, decorado y con oro, hasta llegar a la momia del faraón, con su máscara de oro.

Lord Carnarvon y Howard Carter llevaban años buscando en el valle de los reyes, pero jamás habían hallado nada. Hasta que todo cambió gracias a un escalón en medio del desierto. Fue el 4 de noviembre de 1922.

Seneb:

Seneb fue un funcionario judicial de alto rango en el Antiguo Egipto, alrededor del año 2520 a. C, que sufría de enanismo. Fue una persona de considerable importancia y riqueza que poseía miles de cabezas de ganado, veinte palacios y varios títulos religiosos y estaba casado con una sacerdotisa de alto rango de tamaño común con la que tuvo tres hijos.

Su exitosa carrera y la generosidad de sus arreglos para el entierro son indicativos de la aceptación dada a los enanos en la sociedad del antiguo Egipto, cuyos textos abogaban por la aceptación e integración de aquellos con discapacidades físicas.

Rahotep y su esposa Nofret

Las estatuas de Rahotep y su esposa Nofret, son dos esculturas sedentes y de bulto redondo que pertenecen a un matrimonio de la clase alta. Su importancia radica en que nos descubre las vestimentas y fisionomía de la aristocracia del antiguo Egipto. 

Faraón Kefrén

La grandeza del faraón Kefrén queda plasmada en una escultura de tamaña natural. Se encuentra sentado en su trono en posición hierática para reafirmar su poder. En la parte posterior de su nuca, lleva el símbolo del dios Horus. Realmente fascinante!

La Paleta de Narmer

Desde los comienzos de la civilización egipcia se destaca una pieza de arte excepcional, tanto por su calidad, su significado y su estado de conservación: se trata de la Paleta del Rey Narmer, que data del período predinástico (3200 al 2755 a.C. aprox.).

La función de las paletas era de soporte para los pigmentos, cremas, aceites, etc., que se aplicaban en el cuerpo, aunque era común encontrarlas dentro de ajuares funerarios o como ofrendas en los templos. Están elaboradas en diferentes materiales, como piedra, marfil, madera y basalto, y en ellas se recogían tanto hechos mitológicos como reales.

La Triada de Micerinos

Una de las esculturas más valiosas de toda la Civilización egipcia es la Triada de Micerinos. Se ve en el centro en postura hierática y más alto que los demás al faraón Micerinos. A su derecha Hathor, diosa del amor y las artes y a la izquierda, la divinidad del nomo de Cinópolis. 

El hombre de la mochila

En el antiguo Egipto, a los faraones y a los personajes notables se les enterraba en tumbas en las que se grababa o pintaba, escenas de la vida del personaje. En algunas tumbas aparecen soldados con una especie de bolso cogido a la cintura. El Museo de El Cairo conserva una estatuilla conocida con el nombre de «el hombre de la mochila». Es una talla de madera policromada hallada en la tumba de Niankhpepi en Meir.

Fue descubierta en el año 1894, de 36,5 cm. de altura que representa a un joven egipcio transportando, en la mano, una cestita con asa y en la espalda una mochila. La estatua el hombre porteador de mochila pertenece a la VI Dinastía en el reinado de Pepi I, en los años 2332 a 2283 a.C.

Un testimonio hallado nos sorprende el detalle de modernidad del hombre de la mochila, tanto en el cofre que porta en las manos, como la mochila que lleva a la espalda. 

El Escriba

El escriba sentado, según Vandier “el ejemplar más hermoso que se conoce en su especie…»

«La figura del escriba, viene a relacionarse directamente con varios de los vehículos de transmisión e información de los estratos o clases sociales egipcias:

la escritura, traduciendo al y del acadio los mensajes del faraón y extranjeros, y transcribiendo generalmente la historia propia y ajena,
los números, encargándose de organizar el pago de los tributos.

 Su constante representación de escribir o anotar sentado y con comodidad, ha de entenderse dados los distintos y lentos tipos de escritura existentes:

-pictográfico en un principio o jeroglífico después,
-hierático o sacerdotal,
-demótico o popular.

Escritura, que casi siempre la tenía que plasmar el escriba en papiro, tallo desenrollado, aplastado y secado con agua y aromas, de la principal planta floreciente del Bajo Nilo.

Hatshepsut, «la más importante de las damas nobles»

Las estatuas profanadas eran las de uno de los faraones más exitosos e influyentes, una de las pocas mujeres que gobernó Egipto como faraón y cuyo reino (1479-1458 a.C.) duró más que el de cualquier otra hasta Cleopatra.

Su nombre era Hatshepsut. Era una princesa real, hija del rey Tutmosis I, un general famoso por legendarias batallas militares, y su consorte, la reina Ahmose. No tenían un heredero varón, pero no importaba mucho; en el harén real había una opción aceptable: el príncipe Tutmosis, hijo de una respetada reina secundaria.

Entre todas esas maravillas, la más preciada era la mirra, que los marineros trajeron procesada, como resina, para ser usada en los rituales en los templos, en la momificación y en la confección de perfumes. Hatshepsut misma usaba el fragante aceite de mirra para aplicárselo en su piel y «brillar como las estrellas sobre toda la Tierra».

Por si fuera poco, trajeron 31 árboles de mirra, para sembrarlos en los jardines de su templo funerario en Deir elBahari, uno de los más bellos monumentos de la era dinástica», que visitaré al final de mi crucero sobre el Nilo. 

Museo nacional de la Civilización egipcia

«El Museo de la Civilización Egipcia alberga una colección que abarca todas las fases de la historia de este pueblo. Es decir, comienza precisamente en los albores de esta civilización, en la llamada época predinástica y arcaica, hasta el reciente periodo contemporáneo. Por tanto, no solo es posible encontrar piezas y objetos de la época faraónica, sino también de otras fases históricas importantes, como la romana, la copta y la árabe, desde la Edad Media hasta nuestros días.

No obstante, el museo no solo organiza sus salas de manera cronológica sino también de forma temática. En ese sentido, las salas de mayor atractivo son, sin duda, las dedicadas a las momias reales que desfilaron por El Cairo en abril de 2021. Es el caso de los reyes Seqenenra Taa (Dinastía XVII), Ahmose I (Dinastía XVIII) o Ramsés II (Dinastía XIX), así como la reina-faraón Hatshepsut y otras monarcas como Ahmose-Nefertari y Tiye.

Algunas de las piezas más importantes se ubican, además, en el Salón Central, donde se exponen importantes esculturas de personajes tan famosos como Akenatón, ajuares funerarios de tumbas del Antiguo Egipto y mobiliario de mezquitas históricas.

El Museo de la Civilización Egipcia sigue en proceso de enriquecer sus fondos, por lo que cabe esperar que sus salas y colecciones se vean ampliadas o modificadas. Y este museo, el cercano Gran Museo Egipcio de Guiza y toda la estrategia de promoción de ambos han puesto de manifiesto una cosa: el país ha entrado en una nueva fase en la que su patrimonio histórico se ha convertido en un gran espectáculo para atraer a un número cada vez mayor de viajeros de todo el planeta.» (Fuente: www.egiptoexclusivo.com)

La sala de las momias de varios reyes y reinas, impresiona, inspira solemnidad y un profundo sentimiento de respeto (Fueron trasladadas en 2021, en cortejos con todos los honores). Un Museo sumamente interesante y muy bien estructurado. 

Visitas imprescindibles, si tenéis ocasión de ir a El Cairo ( Egipto). Bastante concurrido, (lo que impide realizar las fotografías, que una hubiese deseado), pero se disfrutan ampliamente. Realmente fastuosos, apasionantes y de gran belleza. La clave de tanto misterio y la llave hacia nuevos conocimientos.

A continuación, el enlace a mis fotografías en Facebook: 

Fotografías de ©Marie-Carmen Calatayud – @alustriel27

Hasta la próxima aventurer@s!!!