Los Mallos de Riglos
La naturaleza otorga a su antojo unos paisajes, que dejan huellas en las pupilas de quienes los contemplan. Lo hemos comprobado durante nuestra estancia en la provincia de Huesca, en este verano 2021, a pesar de unas temperaturas de inferno. Nuestra primera parada, los emblemáticos Mallos de Riglos para seguir con el mágico Castillo de Loarre. Nadie queda indiferente, enamoran sus contrastes, sus vistas, su Historia… e innombrables sensaciones encontradas. El nombre del sendero «Camino del Cielo» es todo un emblema. Unas formaciones rocosas, promontorios imponentes. Cuna de variedades ornitológicas. Una excursión corta, a realizar preferentemente a primera o última hora de la tarde, agudizando la prudencia en la bajada por camino pedregoso.
A continuación, el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica de la ruta:
ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTE:
Nos dirigimos al pueblo de Riglos, antes de llegar, podemos hacer la fotografía de rigor en un mirador desde donde los contemplamos en toda su belleza, dominando el pueblo.
Aparcamos el vehículo en la misma entrada a la población. Seguidamente, os dejamos las coordenadas:
Antes de abandonar el aparcamiento, disponemos de unos carteles informativos y plano dibujado para emprender la ruta y aprender más sobre este singular lugar.
Entramos al pueblo en su entrada principal para bordear los increíbles Mallos, cada uno con su peculiar nombre, y coger el camino que pasa entre «El Pison» y «El Firé». El primero tiene una pared vertical, muy apreciada por los escaladores. Impresiona verlos subir por ese flanco.
El camino está bien señalizado con marcas azules. Sube de forma moderada al principio y progresivamente va cogiendo altura. No podemos, no maravillarnos observando este enclave, con el juego de sombras y luces del sol asomándose por estas moles.
Seguimos subiendo. La perspectiva de los Mallos va cambiando y percibimos, como una «puerta» a la Canal, con el río Gallego al fondo con su pincelada de azul. Arribamos a una bifurcación y un indicador para girar a la derecha.
Llegamos al poco tiempo, a un mirador, el del Circo. Es grandioso! El «Firé» parece los dedos de una mano que quieren alcanzar el cielo. Tenemos una preciosa vista de conjunto.
Proseguimos nuestra andadura. El camino ahora es más llano, alguna arboleda y carrascas nos acompañan. A lo lejos, percibimos un refugio y paramos en otro mirador, desde donde contemplamos los vuelos majestuosos de varias especies de aves protegidas: buitres Leonado, treparriscos, chova piquirroja, avión roquero, paloma bravía…
Atravesamos un campo de flores silvestres y a nuestra derecha, nos detenemos a una parada imprescindible en el Mirador de Bentuso :
«Desde este mirador se observa la entrada del río Gállego en las llanuras oscenses, dejando atrás las Sierras Exteriores y las tierras pirenaicas donde nace los núcleos de población como Murillo y los fértiles campos de cultivo que le rodean. Se localizan en las antiguas terrazas fluviales del Gállego»
Tras impresionarnos de nuevo, toca bajar poco a poco por un camino pedregoso entre formaciones singulares como los mallos Ventuso y Visera.
Pronto, alcanzamos el último mirador «El Colorado». Otras vistas fabulosas de este mágico lugar. En el camino, observamos los Mallos Chichín, Herrera y Magdalena.
Nuestra ruta va finalizando, no sin antes tomar las últimas fotografías desde otra perspectiva de estas esculturas, monumentos naturales que nos han impactado.
Una parada imprescindible de senderismo por tierras de Huesca. Una ruta corta, pero muy interesante, impactante, llena de contrastes y con unas vistas fabulosas. Nos ha enamorado literalmente!
Os dejamos a continuación, los enlaces a nuestras fotografías en Facebook, y los tracks de Relive y wikiloc:
Hasta la próxima aventurer@s!!
Texto de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent
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