Los Chorradores de Navarrés

Para ir completando el puzzle de rutas por la Canal de Navarrés, hoy os proponemos un refrescante paseo por el encantador paraje de Los Chrorradores de Navarrés, en la provincia de Valencia. El recorrido es de unos 3Km ida y vuelta. Recomendable para todas las edades. Un enclave perfecto, para estar en simbiosis con el agua y la naturaleza.

A continuación, os indicamos las recomendaciones de rigor, así como los avisos importantes antes de realizar una ruta: 

ENLACE RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES 

Si lo visitáis en época estival, llevar algún repelente para mosquitos, hay muchos 🙂

Lo bueno de ir en verano es que se puede disfrutar de sus aguas limpias y frescas.

Para acceder a la zona, hay que ir a Navarrés por la CV 580, una vez pasamos Navarrés, en dirección a Quesa a unos 2Km, veremos a mano derecha el acceso al parking gratuito, donde empieza el recorrido. Aquí tenéis su ubicación en google maps: 

Una vez aparcado el coche, de espaldas a la carretera a mano izquierda veremos el camino de acceso. 

Al principio el camino discurre entre dos paredes dando la sensación de estar entrando en un mundo mágico. La vegetación es abundante, esto  junto al agua hace que las zonas de sombra sean frescas y agradables. 

A los pocos minutos de caminar, alcanzamos a nuestra primera parada obligatoria, dada la belleza que se postra ante nuestros ojos. El agua muy fresca, que corre por las paredes pobladas de raíces, formando una cortina de gotas junto a las rocas configuran una especie de cueva. La naturaleza nos sorprende con la belleza y el colorido de algunas plantas, que encontramos a nuestro paso. 

Unos metros más adelante, llegamos a El Chorrador. Un rincón idílico, donde pasamos por encima de unas  piedras sumergidas, que nos dan la sensación de caminar sobre el agua. Tras pasar por las piedras, se encuentra un gran árbol y a la izquierda vemos una pasarela similar a un balcón. Este mirador nos permite observar y asomarnos desde la altura a la cascada y al pequeño lago repleto de peces.  

Bordeamos el lago y seguimos el riachuelo hasta llegar al Azud de la Badina Migas que es otro lago más pequeño y con menos profundidad, lleno de libélulas.

El camino no tiene pérdida, hay que seguir el riachuelo. El terreno es plano y sin piedras, excepto en algunos tramos, que para acceder hay que sortear algunas piedras e ir con cuidado de no resbalar. Casi al final del recorrido, el riachuelo se estrecha y se escucha como el agua cae desde una altura considerable. Bajamos por un sendero y llegamos al punto más impresionante. Una gran cascada en medio de raíces, que nos parece a una ciénaga propia de un cuento, con la excepción de que el agua está muy limpia.

Se puede acceder hasta situarse detrás de la cascada con cuidado de no resbalar. El frescor que desprende el agua se agradece en época de calor. Un poco más adelante llegamos a la Fuente de la Higuera, una zona con una construcción, por la que fluye un agua cristalina, que te invita a refrescarte sin pensarlo dos veces, en este punto dimos media vuelta y regresamos sobre nuestros pasos.

Durante el recorrido vemos varias zonas habilitadas para picnic con bancos. La verdad es que es un lugar idílico, donde ir a pasear y pasar el día disfrutando de la naturaleza y coleccionar fantásticos recuerdos.

Os animamos a visitar este enclave de auténtica belleza.

una amiga

 

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Hasta la próxima aventurer@s!!!