Cantabria, Desfiladero de la Hermida: Ruta Urdon- Tresviso – Urdon
Nuestro punto de referencia de partida para la mayoría de las rutas, que hicimos durante Agosto en Cantabria, fue Potes, capital del Valle de Liébana. En esta ocasión, emprendemos el camino hacia el inicio de la ruta de buena mañana. Hay muy pocas plazas para aparcar el vehículo y la carretera está muy transitada. La orografía es espectacular y abrumadora.
Bordeamos el río Deva, por el desfiladero de la Hermida. Circulamos por la carretera N-621, sinuosa y estrecha, que comunica Unquera con Lebeña (final del desfiladero) desde Potes. Esta ruta es el único acceso rodado al valle desde el Cantábrico. En el interior del desfiladero, podemos disfrutar de varios miradores situados a los lados del camino.
Las paredes nos acompañan durante todo el trayecto, de roca caliza, algunas de más de 600 metros de altura. Sus 21 kilómetros de longitud hacen de este desfiladero, el más largo de España.
Debemos mantenernos alerta para no pasar de largo el aparcamiento. Dejamos el coche a nuestra derecha junto al río Deva. El siguiente enlace de Google Maps, os llevará directamente a la zona donde aparcamos:
Nuestra ruta tiene un recorrido de unos 13km aproximadamente que realizamos en 6 horas con la debida parada en Tresviso para un tentempié.
A continuación, os indicamos el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo, con muchas ganas de disfrutar y descubrir:
ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES
En este caso fundamental, zapatillas de montaña o senderismo debido al terreno permanentemente pedregoso. En época estival intentar realizar la ruta a primera hora de la mañana.
Cruzamos la carretera para comenzar el recorrido. Estamos justamente en el medio de entrada o salida como se mire de la comunidad de Cantabria y el Principado de Asturias. Divisamos varios paneles informativos de la ruta, que iniciamos cogiendo un pequeño sendero a la derecha, que nos lleva a pasar por el lado de una fábrica hidroeléctrica.
Seguimos el sendero que bordea el río Urdón para pasar por un primer puente, guiándonos por las indicaciones de los paneles. Nos flanquean, al poco tiempo, dos paredes, hasta llegar a un segundo puente de piedra.
Continuamos el camino que empieza a subir poco a poco y se vuelve pedregoso. Los primeros «zig zagueos» nos lleva a «La Bargoña». Desde aquí la pendiente es más pronunciada, durante unos 700 metros, con mucha piedras. Cabe extremar la precaución, sobre todo cuando volveremos por el mismo sitio durante la bajada.
La umbría da un ambiente de frescura. Pronto no tendremos ni un ápice de sombra a lo largo del trayecto de subida. Alcanzamos un mirador y las vistas del sendero recorrido son impresionantes.
Cogemos altura y el sol va inundando de luz y calor las piedras del camino, que son muchas. La subida cuesta un poco, pero piano piano se va ascendiendo. Nosotros agradecemos haber empezado el trayecto de buena mañana.
Las imágenes que descubrimos son asombrosas.
Después de 1,5 km aproximadamente de zig-zag continuo y pedregoso, nos espera el «Balcón de Pilatos». A partir de ese punto el sendero se allana y es mucho más cómodo. Nos permite disfruta, todavía más si cabe, de las asombrosas panorámicas.
Divisamos algunas ruinas junto a una fuente Abrevadero. Se trata de los «Invernales de Prías». Agradecemos en este tramo, la frescura del agua y la umbría de algunos arbustos y árboles.
Nos queda un ultimo zig zag, un poco pronunciado, pero entretenido.
Se abre un pequeño «llano» con muchas flores antes de llegar al pueblo de Tresviso. Atravesamos la aldea y nos dirigimos a la taberna para degustar un buen plato de jamón y queso azul picón típico de esta región. Una delicia!
Retrocedemos por donde hemos venido para emprender la vuelta y disfrutar, nuevamente, del entorno.
El calor se pone sofocante y no disponemos de vegetación para resguardarnos, aun así nos cruzamos con bastantes personas, que iniciaban la subida casi al mediodía. Debido al esfuerzo continuado, mejor hacerla temprano. La vuelta es fácil, pero debemos tener precaución en algún tramo de bajada para no resbalar.
Pronto, llegamos a la zona un poco más complicada del último tramo de bajada. Tenemos que ir más despacio y con cuidado.
Pasado este último tramo en zig-zag de bajada, nos adentramos en la zona boscosa, cuya frescura apreciamos enormemente y nos dirige a los puentes para volver al parking.
Una ojeada más al río, que nos ofrece preciosas instantáneas. El esfuerzo ha merecido la pena. Una experiencia increíble, con vistas espectaculares durante el recorrido. Un entorno asombroso, con el sosiego de un pueblo acogedor.
Las sensaciones no se pueden transmitir con la misma intensidad con la que se viven. Cada día cuenta, los pasados para recordar en el futuro y los presentes para coleccionarlos en el pasado. Y las fotografías aunque no concentren todas las emociones, siempre son unos magníficos testigos, que nos permiten evadirnos y rememorar los instantes felices. Les cuento un secreto, por eso las mimo tanto! Para mi son un tesoro. ,)
A continuación, os dejamos el enlace a nuestras fotografías de Facebook, Así como los tracks de Wikiloc y Relive:
Hasta la próxima aventurer@s!!!
Texto de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent