BENIFAIRO DE LES VALLS: Cim El Tabalet – el Pic de la Creu- sendero de «la canonada».
El primer domingo de junio del 2021, lo dedicamos a explorar la planicie del Valle de Sego. Destacan en los montes de Romeu, las cimas: la Rodana (194m), l’Eixeve (339m) y el Pic de la Creu (346m). Desde estas alturas, somos invitados privilegiados de las maravillosas vistas de los pueblos y su entorno. Según nuestra humilde opinión, el trayecto tiene algún tramo delicado, para ir con mascotas y con niños. Parte de nuestro recorrido se efectúa sobre un caño (antigua tubería), que presenta roturas y estrecheces, en algunos tramos, por lo que las personas con vértigo, posiblemente pasen un mal trago. Con estas pesquisas, aun así, se disfruta enormemente el camino con un marco incomparable.
A continuación, el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo, así como la ficha técnica de la ruta:
ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTE:
Nos dirigimos al bonito pueblo de Benifairo de les Valls. Aparcamos en una calle de su población, muy cerca de la ermita, punto de inicio de la ruta. En el siguiente enlace, encontraréis las coordenadas:
Andamos hacia la ermita del Bon Succés, impresiona su espectacular escalinata de 189 peldaños. Nosotros seguimos por la derecha (dejamos para el final de ruta, la bajada por este emblemático lugar). A la intersección, tomamos el camino de tierra de la derecha, con un portal abierto. Estamos rodeados de huertos, a la siguiente bifurcación, nuestro sendero es el de arriba.
Afinamos los sentidos para no desviarnos del sendero, que las hierbas quieren esconder. Pasamos por una zona con más ombría de cañas, que desemboca a la pista, que pasa por delante del Colegio del Tabalet (Cabe señalar que se puede aparcar aquí, si se opta en emprender la ruta desde este punto).
Vamos subiendo hasta una bifurcación, a la derecha marcas blancas y amarillas (volveremos por ese tramo) y a la izquierda las marcas verdes y blancas. Por este último, proseguimos la marcha. Descubrimos divertidas y simpáticas piedras pintadas, que nos dieron ánimo para coger altura.
De pronto, las marcas nos dirigen hacia la izquierda, para andar por la tubería hasta la indicación del aljibe. Haremos una ida y vuelta para continuar por la «canonada»
El camino es muy entretenido y el panorama increíble. Llegamos al «Aljub». Herencia, probablemente del asentamiento de origen musulmán, para disponer de agua.
Algunos obstáculos no nos impidieron continuar la marcha. Desde aquí, vemos un tramo de la tubería que pisaremos al final de la ruta. Mirando atrás, el peculiar sendero es todavía más impresionante.
Vamos siguiendo la senda y las marcas, para ir subiendo, poco a poco, hacia el Tabalet. Las rocas de rodeno color rojizo tan endémicas, se encuentran superpuestas deleitándonos por su espectacular estructura.
Un especial enclave, con vistas sublimes y panorámicas de todo el valle, con los pueblos diseminados de Benifairo de les Valls y Faura. Se puede llegar a ver incluso el mar al horizonte y el castillo de Sagunto.
Nos recreamos un buen rato, paseando por las amplias y redondeadas rocas, apiladas en estructuras perfectas, respirando el aire marino.
Regresamos al punto marcado Tabalet, para seguir en un sendero más cómodo, con una diversidad de plantas aromáticas, pinos y carrascas… Ahora, las marcas son blancas y amarillas.
A la intersección de dos caminos, optamos por el de la derecha, para alcanzar el Cim de la Creu. Vistas panorámicas fantásticas y baile de mariposas y libélulas «gigantes» cazando insectos.
Seguimos el sendero, hasta un cruce de tres caminos, cogemos el de la derecha, para encontrarnos nuevamente, con otro de la tubería. No sin antes parar en medio del bosque, para relajarnos y comer nuestro bocadillo.
Disfrutamos muchísimo durante este último tramo. Debemos extremar la precaución en algunos puntos más aéreos. Solo encontramos una cadena, no estaría de más colocar otra en la roca siguiente. Pasamos por una pedrera.
Un peculiar sendero, que agudizó nuestra atención. Con unas vistas de impresión, que nos acompañan durante un buen trecho.
Tras un corto lapso de tiempo, retomamos el sendero a nuestra izquierda, para volver a pasar delante de la escuela. Volvemos por el sendero de las cañas y en pocos metros siguiendo las marcas, nos dirigimos a la ermita del «Bon Succés» y ahora sí, bajamos los 189 escalones para volver, donde aparcamos el coche.
Una ruta diferente, no apta para personas con vértigo, que nos ha deparado un día de aventuras y sensaciones, que suben la adrenalina. La recomendamos para los más atrevidos!
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Hasta la próxima aventurer@s!!
