Asturias – Bosque de Moal.

Proseguimos detallando nuestra aventura veraniega por Asturias. Nos acercamos al pueblo de Muniellos para adentrarnos en el emblemático bosque de Moal, donde abundantes castaños y robles envuelven el camino. 

Se trata de una ruta circular de unos 16Km, en su mayoría por terreno pedregoso, abundantes senderos y riachuelos en medio del bosque. 

Nuestra idea principal era visitar la reserva de Muniellos, para lo cual hay que llamar con mucha antelación para solicitar permiso de entrada puesto que solamente admiten un grupo reducido de personas cada día. Por desgracia, no tuvimos suerte, pero mirando el lado positivo, acabamos visitando este maravilloso paraje de Moal. 

A continuación, el enlace a las recomendaciones de rigor y avisos importantes a tener en consideración, antes de emprender actividades de senderismo:

ENLACE A RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES

Para realizar la ruta, debemos dirigirnos al pueblo de Moal (pueblo ejemplar del 2018), en el concejo asturiano de Cangas del Narcea. Se trata de una pequeña aldea habitada por unas 80 personas, situada a la entrada de la Reserva Natural Integral de Muniellos, en el parque natural de las Fuentes del Narcea. 

Atravesamos el pueblo. Nosotros aparcamos en la siguiente ubicación de Google Maps: 

Caminamos hasta el final del pueblo y giramos a la izquierda, donde nos encontramos con un pequeño monumento circular con una placa conmemorativa de la visita de los reyes de España en el año 2018. Justo enfrente un cartel, nos informa del camino a seguir. 

Para empezar, por un sendero de tierra con abundante vegetación hasta que llegamos a una bifurcación junto a un cercado de vacas. Allí, encontramos distintos paneles informativos. En este punto, optamos por la senda de la izquierda, de este modo el regreso será por el camino de la derecha. 

Esta senda está bañada por un riachuelo, que nos obliga a ir de roca en roca para no mojarnos los pies. Poco a poco, vamos ganando altura. 

El itinerario está bastante bien señalizado. De vez en cuando, encontraremos marcas, aunque sea en los árboles. Poco a poco, aumenta la pendiente para ascender hacia la cima, también aumenta la vegetación que en algunos puntos forma arcos. Conforme vamos subiendo, nos envuelve un mar de helechos. Nos abrimos camino para llegar a la cima. 

Tras una dura subida de unos 30 minutos con fuerte pendiente, por fin llegamos a la cima. Las panorámicas son excepcionales, oteamos los distintos valles. Desde la cima, seguimos las indicaciones hacia el mirador de Montecín. En este tramo, el camino se vuelve más cómodo y podemos disfrutar del entorno boscoso rodeados de robles y castaños. 

En unos minutos, encontramos una señal, que nos desvía por un sendero más estrecho a la derecha. Este nos conduce hasta el mirador de Montecín desde donde se puede divisar el pueblo de Moal, el puerto del Connio y la parte baja de la Reserva Natural Integral de Muniellos, reserva de la Biosfera. 

Tras disfrutar del mirador, volvemos unos metros sobre nuestros pasos, para tomar una senda que desciende hacia un bosque de hayas. Durante el descenso, encontramos marcas de la ruta en los lugares más insólitos, como por ejemplo, en un tronco hueco. Pronto, caminamos junto a un riachuelo, invade el sendero en varios tramos 

Casi al final de nuestro recorrido, pudimos ver «Cortinos». Se trata de construcciones circulares de piedra, cuya misión es proteger a las colmenas de los ataques de los osos. También existen las «Corripas», construcciones de planta circular y cerramiento de mampostería de piedra, que sirven para almacenar los erizos de castaño y dejarlos curar allí hasta que se desprenda su fruto. 

Seguimos avanzando por la senda rodeados de abundantes robles. El sonido del cencerro, nos indica que cada vez estamos más cerca de la bifurcación del cercado de vacas. Arribamos al pueblo y aprovechamos para dar una vuelta por sus calles. Nos topamos con una construcción típica de Asturias, que nos llama la atención. 

Cerca de la edificación anterior, encontramos una peculiar parada de souvenirs en plena calle, regentada por dos simpáticas niñas de la aldea, a las cuales les compramos, el siguiente recuerdo de Moal. 

Aquí, damos por finalizada esta maravillosa excursión con muy buenas sensaciones y sin ganas de abandonar esta maravillosa aldea. Nos enamoramos literalmente de este lugar, con rincones encantadores, que le confieren una magia especial. Recuerdos imborrables con mucha emoción. Prometemos volver! 

A continuación, os dejamos el enlace a nuestras fotografías en Facebook: 

Fotografías de ©Marie-Carmen Calatayud – @alustriel27

Hasta la próxima aventurer@s!!!