Chulilla – Ruta de los calderones (Puentes colgantes)
Esta ruta es la primera entrada en nuestra página. La realizamos en diciembre 2018. Se compone de dos fases, la primera es la visita a los famosos puentes colgantes de Chulilla, los cuales nos ofrecen unas increíbles vistas y sensaciones de libertad en un entorno privilegiado por dentro de un barranco. La segunda, es más una ruta en toda regla, en la que caminaremos hasta el embalse de Loriguilla, donde tenemos la posibilidad de seguir hasta el pueblo de Chulilla o volver sobre nuestros pasos.
Lo primero es recomendaros ir temprano, si vais a realizar la visita en días festivos, puesto que el sitio está muy masificado. Debido a la gran afluencia de gente que va únicamente. a ver los puentes.
Muy importante llevar bastante agua y protegeros del sol ya que en la mayoría del recorrido no hay sombra, mejor calzado cómodo y apropiado para zonas de montaña. Os invitamos a leer las recomendaciones y avisos importantes en el siguiente enlace:
ENLACE RECOMENDACIONES Y AVISOS IMPORTANTES
Esta ruta se puede realizar con vuestra mascota sin problemas, no obstante es muy importante que la llevéis atada. Es una ruta apta para todas las edades, podéis llevar a vuestros hijos, siempre extremando las precauciones. Para empezar os recomendamos aparcar el coche en la siguiente ubicación de Google Maps:
Podéis dejar el coche en cualquiera de los laterales de la carretera principal, desde ahí estamos prácticamente en la entrada del sendero SL-77 donde empieza nuestra aventura.
Nada más dejar la carretera, seguimos una senda delimitada, que nos conduce hasta un cartel informativo. A partir de ahí, empezamos a caminar y a disfrutar de unas vistas impresionantes:
Ahora, apreciamos el desfiladero, algunos más atrevidos, se deslizan por una tirolesa, bajo la atenta mirada de varios espectadores
Llegamos a un punto donde cruzamos un riachuelo y vemos mucha gente parada, el motivo es que es la zona donde unos guías se encargan de formar grupos de entre 35-40 personas para así no sobrepasar la capacidad de los puentes. Fosca no podía resistir la tentación de refrescarse.
Este tramo de camino hasta llegar a los puentes es más amplio y cómodo. Unos minutos más adelante, llegamos a las escaleras que bajan hasta el primer puente. Es una zona de escalones estrechos y empinados, donde nuevamente se aglutina la gente esperando el momento de poder cruzar el puente. El problema que vemos aquí, es que al mismo tiempo que mucha gente intenta bajar hacia el puente, otros regresan de visitarlo y hay momentos en los que agobia un poco.
Tras la espera, cruzamos el puente que impresiona un poco, debido al movimiento y parece inestable. Nuestra amiga Fosca lo cruzó en modo «Cuerpo a tierra», puesto que el movimiento la asustó. No resistimos a hacernos la foto de rigor! Una vez cruzado el puente bajamos por unas escaleras que nuevamente vuelven a estar abarrotadas de gente. Llegamos a nivel del rio donde se nota el frescor del agua en el ambiente.
Unos pocos metros más adelante llegamos al segundo y último puente, el cual tiene menos altura y longitud que el primero y apenas se nota el movimiento.
A partir de aquí, desaparece la aglomeración de gente. Podemos pasear con más tranquilidad y espacio. También empieza a aparecer más vegetación y las vistas siguen siendo impresionantes. Nos encontramos en medio de un acantilado con paredes verticales y muchas rocas.
Durante este tramo, si nos fijamos en las paredes, podemos ver a gente practicando escalada. En las fotos no llega a apreciarse, pero la altura es bastante considerable.
Seguimos caminando con el río a nuestra izquierda, en un paisaje con abundante vegetación, donde paredes y rocas son de un color cobrizo, el camino es bastante cómodo excepto en algún tramo de subida con piedras.
Llegaremos hasta un puente de piedra, donde el camino está asfaltado. Seguiremos por la parte derecha, por una subida bastante prolongada, que nos llevará hasta el embalse de Loriguilla. Aquí fue, donde paramos a comer y descansar un poco los pies. Tardamos unas 2 horas y media aproximadamente, en llegar a este punto.
Tras la visita y fotos de rigor de la presa y el embalse, volvimos siguiendo el mismo recorrido hasta el aparcamiento. No obstante, si lo queréis se puede seguir descendiendo por la parte contraria del embalse a la que hemos subido siguiendo el sendero PR-V 77, que nos lleva hasta Chulilla.
Esperemos que os haya gustado esta ruta tanto como a nosotros y a nuestra Fosca. No olvidéis respetar la naturaleza y la montaña!
A continuación, os dejamos el enlace a nuestras fotografías en Facebook:
Hasta la próxima aventurer@s!!!
Texto de ©Marie-Carmen Calatayud Benavent